González Bibolini se tapa la cara en la foto. Esta imagen fue recurrente en el encuentro en dónde el responsable de la misión diplomática paraguaya en Argentina sólo recibió quejas.
González Bibolini escuchó protestas
por “maltratos” en el consulado
Buenos Aires- Fátima Rodríguez
El encargado interino de la delegación diplomática paraguaya en Argentina, Juan Manuel González Bibolini acudió el martes último a un encuentro entre migrantes y representantes del gobierno actual del Paraguay.
La convocatoria fue realizada por la FEPARA- Federación de Entidades Paraguayas en la Argentina- para discutir inquietudes con el Secretario de Repatriados, Samuel Lugo. Si bien Lugo pudo referirse a las funciones de su secretaría, los asistentes al encuentro no desaprovecharon la presencia del responsable máximo del Consulado para señalar y protestar por los “maltratos” en la dependencia.
Stella Maris Vera, enfermera, relató la dramática vivencia de los familiares de compatriotas que mueren en el hospital dónde ella trabaja. “Todos queremos volver, muertos o vivos. Y cuando sucede lo peor, se juega con el dolor de los compatriotas. Cuando recurren al consulado, nunca se les ofrece la información necesaria. Hubo casos en que cuerpos de paraguayos quedaron más de 30 días en la morgue del hospital por un procedimiento que no hizo el consulado”, lamentó.
“Hace 49 años que estoy aquí, y con respeto le digo: Nunca funcionó el consulado”, expresó Alejandro Brajín de la agrupación Ñemity, dirigiéndose a González Bibolini. quien no pudo evadir las críticas.
El diplomático no pudo defender la institución y no le quedó de otra que admitir las críticas. Sin embargo, aclaró que los nombramientos se dan a través del instrumento de la Ley de la Función Pública y los funcionarios son “ciudadanos de honestidad comprobada e idoneidad” . “Los consulados paraguayos, históricamente fueron creados para recaudar, legalmente, desde la economía, desde Hacienda, y nunca se pensó como una institución que ofreciera servicios sociales a los ciudadanos. Tal es así que sólo en algunos países tienen un departamento de servicio social, que generalmente opera en ínfimas condiciones”, expresó.
“Yo soy hijo del exilio, no nací de un repollo y sé de lo que me hablan. Sé lo que es no saber a dónde recurrir, con quién hablar. Yo tuve mi documento paraguayo después de mucho tiempo, es decir, durante 32 años anduve sin documento”, agregó aún González Bibolini, con tono conciliador.
La abogada Rosa Isabel Viñarro por su parte apuntó el más grueso calibre de quejas al consulado. “Nuestros compatriotas son maltratados y se acercan muchas veces a nosotros, a los referentes de las organizaciones para mediar ante el consulado. Recibimos quejas todo el tiempo, que para tener una documentación hay que estar en fila 12 horas, en el sol o en el frío; no hay distinción con mujeres, ancianos, enfermos, embarazadas...el trato es igual para todo: Malo!”
Por otro lado, Celso Chamorro planteó la necesidad de un cambio en la estructura. “Y está visto que simplemente se hace la rotación de los funcionarios que en otros cargos similares en otros lugares del mundo fueron ineficientes tantos como los que hay ahora. Ya no queremos ese cambio de figuritas”, dijo.
En un momento, Chamorro refirió al nuevo cónsul que asume en estos días en Argentina. “Averiguamos en Santacruz, Bolivia y están en está misma situación que nosotros, entonces, qué cambio podemos esperar?”, expresó.
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