Nuevos funcionarios en el Consulado Paraguayo en Argentina

Fátima E. Rodríguez- APE

Esta semana asumieron sus cargos silenciosamente los nuevos funcionarios del Consulado Paraguayo en Argentina. La sede ubicada en Buenos Aires recibe cientos de paraguayos a diario. Las denuncias por corrupción, pedidos de coimas en el proceso de documentación son las constantes en los relatos de quienes acuden a este lugar en dónde hasta la semana pasada se desempeñaba como cónsul Carlos Sánchez Sartorio.

Según el decreto presidencial número 1358 de enero de este año, se asigna el cargo de Cónsul a Luis Alfonso Copari, quien anteriormente se encontraba en Santacruz-Bolivia en desempeño de un cargo similar.
Por otro lado, asumieron Cristobal Bobadilla Leguizamón y Pedro Pablo Díaz como vicecónsules en Buenos Aires. Roberto Carlos Ojeda Godoy es el otro nombre que aparece en el decreto presidencial con el cargo de asistente administrativo.

También en el interior de la Argentina llegaron los cambios con los nombramientos de Alcides Regino Ascurra como cónsul en la ciudad de Clorinda y Fabio Manuel Casartelli Risso como oficial en la ciudad de Posadas.

Una de las promesas del presidente Fernando Lugo Méndez ante los paraguayos residentes en Argentina es el mejoramiento de la atención en los servicios consulares. Las expectativas con estos nuevos funcionarios es que los paraguayos residentes en la Argentina no tengan que pasar por vejámenes para conseguir un documento.
Actualmente, para un paraguayo que trabaja en horario normal en la ciudad de Buenos Aires, es casi imposible tramitar un documento sin perder varios días de trabajo. Y esta situación ha convertido la tramitación de documentos personales en el Consulado en un negocio muy lucrativo para abogados en connivencia de quienes expiden los documentos.
Es decir, los agentes que-legalmente o no- cobran dinero por tramitar, consiguen con mayor rapidez la entrega de documentos en comparación a alguien que realiza los trámites personalmente.
Entonces, documentarse en Argentina es un negocio y el desafío para estos nuevos funcionarios es la expectativa de que no tenga que naturalizarse esta situación.